Tiempo de abonar

¿Cuándo hay que abonar?

Se puede saber si una planta necesita abono cuando las hojas amarillean y caen, enferma con frecuencia, no crece, no llega a florecer o produce flores muy pequeñas.

El momento idóneo para alimentar a las plantas es sólo cuando están creciendo, en su fase de desarrollo activo, que generalmente se produce entre la primavera y verano, pero no necesariamente.

A la hora de hacerlo es mejor abonar con más frecuencia pero en menor cantidad. Un exceso de fertilizante es difícil de rectificar; siempre será más fácil añadir un poco más.

Al aplicar el fertilizante no se debe mojar las hojas ni los tallos, y, por supuesto, tampoco las flores. Si se da el caso que la planta está afectada por alguna enfermedad debe recuperarse ante de empezar a abonarla. No abonar nunca una planta enferma, el fertilizante es alimento, no una medicina.

Las plantas recién trasplantadas o compradas recientemente sólo podrán abonarse transcurridas unas seis semanas. Hasta entonces los nutrientes que posee el sustrato serán suficientes.

Si un ejemplar está muy seco es conveniente regar antes de abonar, si una planta recibe abono sobre el cepellón seco el abono podría quemar las raíces.

A cada especie, el suyo. Por suerte, hoy en día hay un fertilizante específico para distintos tipos de plantas. Ante la duda de cual usar, utilizar un producto equilibrado estándar, así no se correrá el riesgo de equivocarse.

El abono líquido tiene muchas ventajas: es más fácil de aplicar mezclado con el agua de riego y es el que la planta absorbe con más facilidad y rapidez. Resulta muy adecuado su utilización para las plantas de flor en maceta, tanto de interior como de terraza y jardín.

Los abonos en polvo o cristales son de efecto rápido. Pero si no se diluyen bien en el agua de riego, puede quemar la planta.

El abono foliar se rocía sobre las hojas y su efecto es muy rápido. Aporta nitrógeno, que favorece su aspecto. Se usa para dar vigor a la planta y prevenir plagas. Es útil para plantas de hoja verde siempre que no estén recubiertas de pelillos.

Mucho ojo con pasarse. El exceso de nutrientes resulta tan perjudicial como su carencia.

Las plantas absorben su alimento (sales minerales) disuelto en agua a través de sus raíces. Pero algunas utilizan otros órganos como las hojas; es el caso de las Bromelias y las Orquídeas.

No hay que abonar las plantas en invierno a no ser que estén en flor. Aunque se encuentren en el interior, rebajar el riego y cesar el abonado puede ser suficiente para hacerlas entrar en reposo.

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